Un manchego, último represaliado identificado de entre los enterrados en Valdenoceda
La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda (Valle de Valdivielso) ha conseguido la identificación, mediante técnicas de ADN, de los restos de Nicasio Urbina Fernández, natural de Anchuras, en la provincia de Ciudad Real. Con Nicasio, ya son 16 los restos de presos manchegos que han sido identificados tras la exhumación de la fosa de Valdenoceda, en donde hubo una prisión entre 1938 y 1943 y en donde murieron más de 150 personas, de los cuales 61 eran de Ciudad Real.
Natural y residente en Anchuras, Nicasio fue sometido a juicio sumarísimo en Ciudad Real y trasladado en vagones de ganado, como tantos otros manchegos hasta Burgos, desde donde, en camiones, los llevaban hasta Valdenoceda.
Nicasio estaba casado. En Anchuras viven sus nietas y un sobrino, que donó en abril una muestra de saliva fundamental para la identificación. Nicasio murió en la prisión de Valdenoceda el 16 de abril de 1941, en la época más dura de este penal.
La prisión de Valdenoceda
La prisión de Valdenoceda estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943 en esta localidad del Valle de Valdivielso. Se convirtió, de hecho, en una terrible cárcel de exterminio, dadas las condiciones de vida de los presos, sin apenas comida. La inmensa mayoría de las muertes se produjeron por colitis epidémica, que no era otra cosa que el impacto del hambre y del frío sobre el cuerpo humano.
Allí murieron oficialmente 154 personas, que fueron enterradas bien en el cementerio viejo (11 de ellos), en plena calle (2) o en un solar de Instituciones Penitenciarias (141).
La Agrupación, que se constituyó formalmente en 2005 y que inició en 2007 los primeros trabajos de exhumación, ha conseguido exhumar a un total de 116 restos, ha podido contactar con 101 familias de toda España (seguimos buscando familias) y ha identificado 51 restos, muchos de los cuales reposan por fin en su pueblo, con su familia.
Natural y residente en Anchuras, Nicasio fue sometido a juicio sumarísimo en Ciudad Real y trasladado en vagones de ganado, como tantos otros manchegos hasta Burgos, desde donde, en camiones, los llevaban hasta Valdenoceda.
Nicasio estaba casado. En Anchuras viven sus nietas y un sobrino, que donó en abril una muestra de saliva fundamental para la identificación. Nicasio murió en la prisión de Valdenoceda el 16 de abril de 1941, en la época más dura de este penal.
La prisión de Valdenoceda
La prisión de Valdenoceda estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943 en esta localidad del Valle de Valdivielso. Se convirtió, de hecho, en una terrible cárcel de exterminio, dadas las condiciones de vida de los presos, sin apenas comida. La inmensa mayoría de las muertes se produjeron por colitis epidémica, que no era otra cosa que el impacto del hambre y del frío sobre el cuerpo humano.
Allí murieron oficialmente 154 personas, que fueron enterradas bien en el cementerio viejo (11 de ellos), en plena calle (2) o en un solar de Instituciones Penitenciarias (141).
La Agrupación, que se constituyó formalmente en 2005 y que inició en 2007 los primeros trabajos de exhumación, ha conseguido exhumar a un total de 116 restos, ha podido contactar con 101 familias de toda España (seguimos buscando familias) y ha identificado 51 restos, muchos de los cuales reposan por fin en su pueblo, con su familia.
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