El Museo Histórico de Las Merindades, objeto de mejoras
El Museo Histórico de Las Merindades, situado en Medina de Pomar, ha estado cerrado las dos últimas semanas de febrero para hacer ligeras reformas ya que desde su inauguración, en noviembre de 2001, no se había vuelto a actuar en profundidad.
Una de las principales actuaciones ha sido el pintado de la estructura de yeso del interior del edificio, que fue creada cuando se realizó la restauración global antes de su apertura, ya que con el paso del tiempo y el numeroso público que visita dichas instalaciones se ha visto deteriorado y era necesario intervenir para mejorar el aspecto interno del museo.
Igualmente se han reparado los paramentos verticales del Salón Noble que por el transcurso del tiempo y unas humedades localizadas en la cara sur demandaban los trabajos de mantenimiento realizados.
El lucernario de la azotea, que permite la entrada de luz natural, se ha impermeabilizado para evitar las pequeñas filtraciones de agua que podían afectar a la estructura y la estética del museo. Estas obras se han completado con diferentes trabajos de carpintería, saneamiento y albañilería.
Por último, se ha instalado un sistema para aumentar la seguridad en la azotea, que consiste en la colocación de una barandilla de cristal de un metro de altura para cumplir con la normativa vigente.
Una de las principales actuaciones ha sido el pintado de la estructura de yeso del interior del edificio, que fue creada cuando se realizó la restauración global antes de su apertura, ya que con el paso del tiempo y el numeroso público que visita dichas instalaciones se ha visto deteriorado y era necesario intervenir para mejorar el aspecto interno del museo.
Igualmente se han reparado los paramentos verticales del Salón Noble que por el transcurso del tiempo y unas humedades localizadas en la cara sur demandaban los trabajos de mantenimiento realizados.
El lucernario de la azotea, que permite la entrada de luz natural, se ha impermeabilizado para evitar las pequeñas filtraciones de agua que podían afectar a la estructura y la estética del museo. Estas obras se han completado con diferentes trabajos de carpintería, saneamiento y albañilería.
Por último, se ha instalado un sistema para aumentar la seguridad en la azotea, que consiste en la colocación de una barandilla de cristal de un metro de altura para cumplir con la normativa vigente.
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