Desarticulada en Las Merindades una banda que robó en viviendas de varias provincias
La Guardia Civil ha detenido en Las Merindades a E. L., de 34 años; H. C., de 24 años, y S. Z., de 22 años de edad, como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza en las cosas, falsedad documental y de pertenencia a grupo criminal. Se les vincula con al menos 27 asaltos a viviendas.
La Guardia Civil venía detectando desde el pasado mes de octubre un incremento de robos en viviendas unifamiliares de localidades del norte de la provincia burgalesa. Con empleo de la fuerza accedían al interior, sustrayendo dinero y joyas de dormitorios y despachos.
A medida que se sucedían más ilícitos, se comprobó que ampliaron su botín haciendo acopio también de ropa, calzado, enseres domésticos, móviles, tablets o un turismo, siendo detectados otros hechos similares en las provincias de Vizcaya y Cantabria.
Paralelamente, fruto de la labor preventiva desarrollada por patrullas de Seguridad Ciudadana y de la derivada de la propia investigación de las Unidades implicadas en el esclarecimiento de los hechos, se conoció de la presencia de un grupo que fue identificado. Todos sus componentes eran extranjeros.
Carentes de actividad laboral conocida y de ingresos, fueron vigilados y seguidos de manera discreta; se conoció que tenían alquilados dos pisos, uno en Las Merindades y otro en la provincia de Vizcaya y que se desplazaban en vehículo a las provincias donde más tarde eran denunciados robos en viviendas.
Días atrás eran detenidos en el domicilio en alquiler ubicado en una localidad al norte de la provincia burgalesa, donde se practicó un registro bajo mandamiento judicial, siendo recuperados objetos procedentes de los robos, dinero, joyas y documentación falsa con la que obtenían contratos de alquiler de vehículos; se ha recuperado un vehículo e intervenido dos más.
Las pesquisas llevadas a cabo han facilitado su vinculación en tiempo y lugar con las localidades asaltadas, habiéndose esclarecido hasta el momento 27 asaltos cometidos en las provincias de Burgos (9), Cantabria (10), La Rioja (2), Navarra (6).
Mudos operandi
La Guardia Civil venía detectando desde el pasado mes de octubre un incremento de robos en viviendas unifamiliares de localidades del norte de la provincia burgalesa. Con empleo de la fuerza accedían al interior, sustrayendo dinero y joyas de dormitorios y despachos.
A medida que se sucedían más ilícitos, se comprobó que ampliaron su botín haciendo acopio también de ropa, calzado, enseres domésticos, móviles, tablets o un turismo, siendo detectados otros hechos similares en las provincias de Vizcaya y Cantabria.
Paralelamente, fruto de la labor preventiva desarrollada por patrullas de Seguridad Ciudadana y de la derivada de la propia investigación de las Unidades implicadas en el esclarecimiento de los hechos, se conoció de la presencia de un grupo que fue identificado. Todos sus componentes eran extranjeros.
Carentes de actividad laboral conocida y de ingresos, fueron vigilados y seguidos de manera discreta; se conoció que tenían alquilados dos pisos, uno en Las Merindades y otro en la provincia de Vizcaya y que se desplazaban en vehículo a las provincias donde más tarde eran denunciados robos en viviendas.
Días atrás eran detenidos en el domicilio en alquiler ubicado en una localidad al norte de la provincia burgalesa, donde se practicó un registro bajo mandamiento judicial, siendo recuperados objetos procedentes de los robos, dinero, joyas y documentación falsa con la que obtenían contratos de alquiler de vehículos; se ha recuperado un vehículo e intervenido dos más.
Las pesquisas llevadas a cabo han facilitado su vinculación en tiempo y lugar con las localidades asaltadas, habiéndose esclarecido hasta el momento 27 asaltos cometidos en las provincias de Burgos (9), Cantabria (10), La Rioja (2), Navarra (6).
Mudos operandi
Banda organizada, jerarquizada, formada por al menos tres integrantes, si bien se sospecha pudieran ir sustituyendo los mismos cada cierto periodo de tiempo, viajando desde el extranjero.
Elevada actividad delictiva, con cierta infraestructura, gran movilidad geográfica para acometer el asalto a los objetivos, elegidos aleatoriamente en urbanizaciones.
Actúan al anochecer, sobre primeras viviendas en casas unifamiliares, cerciorándose antes de que se encuentran vacías en ese momento.
Salvan el muro o valla perimetral, accediendo al interior de la casa mediante fractura de una ventana, casi siempre ubicada en la parte posterior. Utilizan una herramienta que deja una muesca característica.
Elevada actividad delictiva, con cierta infraestructura, gran movilidad geográfica para acometer el asalto a los objetivos, elegidos aleatoriamente en urbanizaciones.
Actúan al anochecer, sobre primeras viviendas en casas unifamiliares, cerciorándose antes de que se encuentran vacías en ese momento.
Salvan el muro o valla perimetral, accediendo al interior de la casa mediante fractura de una ventana, casi siempre ubicada en la parte posterior. Utilizan una herramienta que deja una muesca característica.
Inicialmente se apoderan de dinero y joyas, si bien evolucionan para sustraer cualquier objeto de valor o utilidad de la que sacar beneficio.
Además del uso de documentación falsa, llaman la atención las medidas de seguridad adoptadas para evitar ser detectados, habiéndose descubierto dos zulosz, practicados en descampados y ocultos entre la vegetación, donde escondían los guantes, herramientas y linternas que utilizaban en los asaltos y que dejaban y recogían con cada salida.
Uno siempre permanecía en base, mientras los otros se desplazaban para cometer los robos; cuando llegaban al portal nunca hacían uso de la llave; llamaban al portero automático para advertir de su llegada.
La investigación, que sigue abierta, ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción de Número 2 de Villarcayo, en coordinación con la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, Madrid y Zona País Vasco, con el apoyo en el registro del Grupo de Reserva y Seguridad (G.R.S. Nº 5) de Zaragoza.
Además del uso de documentación falsa, llaman la atención las medidas de seguridad adoptadas para evitar ser detectados, habiéndose descubierto dos zulosz, practicados en descampados y ocultos entre la vegetación, donde escondían los guantes, herramientas y linternas que utilizaban en los asaltos y que dejaban y recogían con cada salida.
Uno siempre permanecía en base, mientras los otros se desplazaban para cometer los robos; cuando llegaban al portal nunca hacían uso de la llave; llamaban al portero automático para advertir de su llegada.
La investigación, que sigue abierta, ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción de Número 2 de Villarcayo, en coordinación con la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, Madrid y Zona País Vasco, con el apoyo en el registro del Grupo de Reserva y Seguridad (G.R.S. Nº 5) de Zaragoza.
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