La Panadería Rojo de Villarcayo dice adiós

El contratiempo fue demasiado grande y finalmente, uno de los establecimientos más clásicos de Villarcayo y de la comarca de Las Merindades se ve obligado a decir adiós. Tras casi 80 años de servicio, la Panadería Rojo echa el cierre, empujada por el grave incendio que sufrieron sus instalaciones, situadas en el número 4 de la calle Dóctor Mendizábal, muy cerca de la iglesia. Este domingo será su último día de servicio.

Así lo ha anunciado Charo Hierro, en un texto compartido por Toñi Román a través de Facebook: "Como sabéis, el pasado 1 de agosto nuestras vidas dieron un giro de 180 grados", afirma, en relación a aquella fatídica noche en que las llamas devoraron las instalaciones de la panadería.

Los responsables del negocio, apenas unos días después, abrieron un despacho justo enfrente del anterior, para seguir adelante con la actividad. Sin embargo, ha sido imposible echarlo a andar de nuevo. "Reaccionamos lo más rápido que nos fue posible e intentamos resurgir de nuestras propias cenizas, pero muy a nuestro pesar no ha sido posible, quedando atrás muchos años de trabajo sacrificio y servicio. Años en los que pusimos todo nuestro empeño en hacer las cosas bien y daros el servicio que os merecéis".

A pesar de todo, Charo Hierro quiere quedarse con las cosas buenas: "Conscientes de que para muchos lo conseguimos, aunque no para todos, desde estas líneas y en nombre de todos y cada uno de los componentes de esta pequeña y humilde empresa familiar os doy las gracias sinceras por haber estado ahí con nosotros hasta el final. Y a la providencia le doy también las gracias por haberos puesto en mi andadura por la vida, ya que me habéis dado la oportunidad de aprender y crecer como persona. Gracias a todos por todo, que ha sido mucho.

La Panadería Rojo llevaba en funcionamiento desde 1937 y trabajaba especialmente con la zona de Villarcayo, Merindad de Montija y Merindad de Sotoscueva. Era conocida por sus elaboraciones artesanas y de productos típicos de la comarca.